Aunque la formación básica en esta labor tan ambiciosa debería partir de la escuela, desde la primera entrada por la puerta, lo cierto es que, como decimos, se trata de una serie de habilidades de adquisición compleja y muy personalizada: tanto que, por muchos esfuerzos que otras personas hagan por ayudarte, quien mejor puede "enseñarse" a gestionar el tiempo es, ni más ni menos, TÚ.
Cada persona es diferente: cada cual tiene su umbral de concentración, su capacidad de esfuerzo (que se aprende, sí, pero con la práctica...tras años y años de práctica), sus condiciones de vida peculariares (tiempo disponible de descanso y recuperación, por ejemplo) y otras particularidades, como la memoria de cada cual o los gustos, que pueden influir mucho en la capacidad de dedicación a unas tareas y a otras. Por eso, la primera cosa que debes hacer es conocerte: poniendo en práctica técnicas más o menos standard y personalizándolas, adaptándolas, según te funcionen, mejorándolas y ajustándolas a ti. Lo cierto es que una gestión eficaz de las tareas te asegurará, por ejemplo, más tiempo libre y menor estrés.
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